miércoles, 19 de marzo de 2014

CUADRO DE MANDO INTEGRAL

Cuadro de Mando Integral
“No se puede gestionar lo que no se puede medir”. El Balanced Scored¿card es “una forma íntegra, balanceada y estratégica de medir el progreso actual y suministrar la dirección futura de una compañía que le permitirá convertir la visión en acción por medio de un conjunto coherente  de indicadores agrupados en 4 diferentes perspectivas, a través de las cuales es posible ver el negocio en su conjunto” (Martínez R, 2001)

El Cuadro de Mando Integral (CMI) es un modelo de gestión que traduce la estrategia en objetivos relacionados entre sí, medidos a través de indicadores y ligados a unos planes de acción que permiten alinear el comportamiento de los miembros de la organización con la estrategia de la empresa.
Aunque el concepto de Cuadro de Mando Integral puede inducir a error por considerarlo un cuadro mando que abarca todas las áreas de la empresa sin más, el nombre original Balanced Scorecard (BSC) nos habla de un cuadro de mando “balanceado”, donde empleamos indicadores para medir objetivos estratégicos.
Se trata de una herramienta de control de gestión, cuya función primordial es la implantación y comunicación de la estrategia a toda la empresa.

Sugiere que veamos a la Organización desde 4 perspectivas, cada una de las cuales debe responder a una pregunta determinada.

Perspectivas de Cuadro de Mando Integral

La perspectiva financiera:

Vincula los objetivos de cada unidad estratégica de negocio con la estrategia de la organización en general. Sirve de enfoque para
todos los objetivos e indicadores de todas las demás perspectivas. En ella se analizan indicadores como el costo de la producción, los niveles de ingresos, los resultados del ejercicio, las razones económicas financieras, entre otros.


La perspectiva cliente:

Identifica los segmentos de cliente y mercado en los que se va a competir. Evalúa la definición de los clientes, su lealtad, el diseño y la rentabilidad de los productos con el objetivo de evaluar la cartera de productos y servicios. En fin, traduce la estrategia y visión en objetivos sobre clientes y segmentos, que son lo que definen los procesos de marketing, la logística de aprovisionamiento, y la concepción de los productos y servicios. Incluye indicadores como la tasa de retención de clientes por productos y/o línea de productos, el porciento de quejas de clientes, el grado de aceptación de nuevos productos, el desarrollo de nuevos productos, entre otros.

 La perspectiva procesos internos:

En esta perspectiva se define la cadena de valor de los procesos necesarios para entregar a los clientes los productos y servicios acorde a sus necesidades. Figura 4

Parte de la determinación de los procesos críticos para cumplir con la estrategia y la visión. Los objetivos e indicadores de esta perspectiva se derivan de estrategias explícitas para satisfacer las expectativas de los clientes. Contiene indicadores como el comportamiento de mermas y deterioro, el comportamiento de la producción defectuosa y el control de las actividades que no añaden valor al producto.


La perspectiva aprendizaje y crecimiento:

Esta perspectiva constituye un punto crucial para el desarrollo empresarial pues en ella se obtienen los inductores necesarios para lograr resultados en las anteriores perspectivas. Singular importancia adquiere en esta perspectiva la motivación e implicación de los trabajadores hacia el cumplimiento de las metas trazadas por la empresa. De forma general se controlan aspectos como las capacidades de los empleados, las capacidades de los sistemas de información, y el clima organizacional para medir la motivación y las iniciativas del personal. Incluye el tiempo de respuesta a las quejas de clientes, el grado de formación y desarrollo de directivos y trabajadores y el resultado de los estudios de satisfacción de trabajadores.

Características del Cuadro de Mando Integral
El desarrollo de un sistema integral de gerencia requiere un sistema balanceado de indicadores. El sistema reconoce la causa y efecto entre acciones y resultados. Reconoce que para deleitar a un inversionista, la empresa tiene que ser rentable. Reconoce que para hacer feliz al cliente necesita reducir o eliminar costos y mejorar la calidad del producto o servicio. Para mantener la ventaja competitiva a largo plazo, es necesario aprender y aprender y a innovar. El Balanced Scorecard tiene las siguientes características:

·         Articula los factores que impulsan la estrategia de la organización.
·         Le pone brazos y manos a la visión/misión.
·         Permite, de forma concreta, entender la razón de ser de la organización y sus metas.
·         Define en concreto las metas críticas para alcanzar el éxito.
·         Permite su difusión a lo largo y ancho de la organización.
·         Define el desarrollo de indicadores de desempeño para cada meta.
·         Asegura que todos entienden los indicadores de las áreas y de la empresa en general.
·         Comunica cómo estos están interrelacionados.
·         Conecta cada medida a un sistema de retroalimentación formal.
·         Integra la comunicación con la regularidad.
·         Facilita la revisión de metas y acciones correctivas que puedan ser necesarios.
 Indicadores y sus Metas
Los indicadores (también llamados medidas) son el medio que tenemos para visualizar si estamos cumpliendo o no los objetivos estratégicos.
Un objetivo estratégico, como por ejemplo el desarrollo de capacidades comerciales de nuestro personal clave, puede medirse a través de indicadores.
Se pueden establecer dos tipos de indicadores:
·Indicadores de resultado: miden la consecuencia del objetivo estratégico. También se  les llama indicadores de efecto.
· Indicadores de causa: miden el resultado de las acciones que permiten su consecución. También se llaman indicadores inductores.

Iniciativas Estratégicas

Las iniciativas estratégicas son las acciones en las que la organización se va a centrar para la consecución de los objetivos estratégicos. En nuestras empresas hacemos cosas, pero ¿están realmente enfocadas hacia el cumplimiento de la estrategia? En muchas organizaciones encontramos un exceso de iniciativas y proyectos con falta de recursos y tiempo para llevarlos a cabo.
Es importante priorizar las iniciativas en función de los objetivos estratégicos. Si analizamos el impacto de las iniciativas en marcha en cada uno de los objetivos estratégicos, podemos visualizar, iniciativas que aportan poco valor al cumplimiento de estos objetivos y objetivos estratégicos sin soporte a las iniciativas.
Principales Objetivos del Cuadro de Mando Integral
§  Traducir la estrategia a términos operativos
§  Alinear la organización con la estrategia
§  Hacer que la estrategia sea el trabajo diario de todo el mundo
§  Hacer de la estrategia un proceso continuo
§  Movilizar el cambio mediante el liderazgo de los directivos

Al contrario que los modelos que solo incluyen indicadores financieros, el CMI es un modelo equilibrado de gestión a largo plazo que no se centra únicamente en la rentabilidad presente, sino en aspectos no financieros clave para conseguir una rentabilidad futura.
Beneficios del Cuadro de Mando Integral
§  Relacionar la estrategia con su ejecución definiendo objetivos en el corto, medio y largo plazo
§  Tener una herramienta de control que permita la toma de decisiones de manera ágil
§  Comunicar la estrategia a todos los niveles de la organización consiguiendo así alinear a las personas con la estrategia
§  Tener una clara visión de las relaciones causa-efecto de la estrategia





El proceso de elaboración del Cuadro de Mando Integral

Cada organización posee características que la hacen única y por ello, puede definir su propio proceso de elaboración del Cuadro de Mando Integral. De forma general se presenta el plan de desarrollo típico y sistemático que los creadores de esta herramienta utilizaron para elaborar Cuadros de Mando en diversas organizaciones. Se trata de un
proceso en cuatro fases o etapas.

Etapa 1: Definir la unidad de negocio en la que se quiere implantar

Se trata de establecer la unidad organizativa en la que se va a definir e implantar un Cuadro de Mando Integral.

1 Lo primero que se debe analizar es la empresa en su conjunto, y sus unidades de negocio si es que las tiene. Aquellas empresas que fabrican un único producto o servicio deberán elaborar un Cuadro de Mando corporativo o de la empresa en su totalidad. En el caso de empresas diversificadas en varios negocios, aún cuando existan recursos y servicios corporativos compartidos por varias unidades de negocio, si éstas cumplen y satisfacen funciones diversas y diferentes en todas las actividades de una cadena de valor, parece razonable definir un Cuadro de Mando por cada unidad de negocio.

Una vez definida la unidad de negocio para la que se va a elaborar, el cuadro debe recoger información relativa a:

1)    Los objetivos financieros para la unidad seleccionada tanto de crecimiento, rentabilidad como de cash flow; así como cualquier otra medida contable y financiera que se considere de especial interés para el negocio en particular.

2)    Factores de entorno genérico y específico en el cual opera la empresa y el negocio en particular.


3)    Vínculos con las demás unidades de negocio de la empresa, como son entre otros: clientes comunes, competencias centralizadas, oportunidad de enfoques integrados con los clientes, relaciones clientes/proveedores, etc.

Etapa 2: Identificación de las vinculaciones entre la empresa y las unidades estratégicas de negocio

Toda la información relativa a la unidad de negocio debe ser remitida a los directivos de la misma para su revisión. Sería deseable que el responsable de desarrollar el Cuadro de Mando mantuviera entrevistas con cada uno de los miembros de la alta dirección con el fin de recoger los objetivos estratégicos de la empresa y diseñar las propuestas de indicadores del Cuadro de Mando en cada una de las perspectivas.

Una vez realizadas las entrevistas con el equipo directivo, la siguiente tarea es una sesión de síntesis de forma que el responsable de diseño y su equipo deben reunirse para discutir la información obtenida y elaborar una lista provisional de objetivos e indicadores que proporcionarán la base para la primera reunión del equipo de altos directivos.
También deben discutirse y analizarse las impresiones obtenidas sobre las resistencias personales y de la organización.
relativas al diseño e implantación de un sistema de gestión basado en el Cuadro de Mando Integral, así como al cambio de procesos que puede suponer tal implantación.
El siguiente paso será obtener consenso dentro de lo que se denomina “taller ejecutivo: primera ronda”. Este consenso debe establecer claramente la misión y la estrategia empresarial. Posteriormente se ha de dar respuesta a la
siguiente pregunta: ¿en qué grado variaría la actuación de la empresa con respecto a los accionistas, clientes, procesos internos y capacidad para crecer y mejorar? Las respuestas a esta cuestión implican el tratamiento de cada perspectiva.
Cada uno de los objetivos candidatos a incorporarse en una perspectiva debe ser discutido de forma individual.
Seleccionados los objetivos, se puede desarrollar una sesión de brainstornming o tormenta de ideas para establecer los indicadores de cada uno de ellos. Al final del taller, se deben haber identificado tres o cuatro objetivos por perspectiva, completándolos con una descripción precisa de cada uno de ellos, conjuntamente con una lista de indicadores potenciales para cada uno.

Etapa 3: Seleccionar y diseñar indicadores

Siguiendo a Kaplan y Norton, el responsable de elaboración del Cuadro de Mando Integral debe trabajar con los subgrupos de directivos creados por cada una de las perspectivas con el fin de conseguir cuatro prioridades:

 Fases de la primera ronda del taller ejecutivo

1.    Establecer la expresión final de los objetivos estratégicos en función de las intenciones expresadas en el taller ejecutivo anterior.
2.     Identificar para cada uno de los objetivos, el indicador o indicadores que permitan la cumplimentación del objetivo/os.
3.     Identificar para cada uno de los indicadores propuestos, las fuentes de información necesarias y las acciones que haya que realizar para que esta información sea accesible.
4.    Identificar, para cada una de las perspectivas, los vínculos clave entre los indicadores dentro de la perspectiva, así como entre esta perspectiva y las demás del cuadro de mando.

La clave de éxito de un Cuadro de Mando está en la correcta identificación de indicadores que mejor recojan y expresen los objetivos y, por tanto, el significado de la estrategia.

 Existen ciertos indicadores que se denominan centrales que aparecen repetidamente en un Cuadro de Mando y que recogen las situaciones deseables para toda empresa como pueden ser: cuota de mercado, rentabilidad, productividad de empleados, etc. Sin embargo, el éxito del Cuadro de Mando está en la capacidad de los directivos de definir los indicadores que posibilitan que las cosas ocurran con el propósito de que los indicadores centrales recojan los resultados esperados.

Una vez realizado lo anterior el responsable de elaborar el cuadro desarrollará el “taller ejecutivo: segunda ronda”, cuyo objetivo es elaborar un informe en el que se recojan las intenciones y contenido del Cuadro de Mando a todos los empleados de la unidad de negocio a implantar.




Etapa 4: Implantación

En esta etapa se formalizan los pasos anteriores y se desarrolla el plan de implantación. En esta fase los indicadores deben ser vinculados con las bases de datos y los sistemas de información de la empresa, de forma que el Cuadro de Mando Integral pueda ser comunicado a toda la organización. Procede en este punto desarrollar el “taller ejecutivo: tercera ronda”, para reflejar el consenso de los dos talleres anteriores materializándose en la identificación de los programas de acciones a ejecutar para conseguir las metas propuestas. Este proceso debe finalizar alineando las iniciativas de cambio de la unidad de negocio con los objetivos, indicadores y metas del cuadro. Ello debe suponer una nueva filosofía de gestión y el desarrollo de un sistema de información de apoyo al Cuadro de Mando Integral.

Para concluir con el proceso de implantación, siguiendo a Martínez Pedrós y Milla Gutiérrez (2005), se recogen las 10 reglas clave del éxito para la implantación del Cuadro de Mando Integral:

1. Conocimiento de los beneficios. Antes de iniciar el proceso de formación previo sobre los conceptos y  metodologías del Cuadro de Mando Integral, es necesario comunicar y trasladar a toda la organización los beneficios del mismo, de forma que se reduzca la resistencia al cambio por parte de los empleados.

2. Apoyo de la dirección. Ninguna iniciativa empresarial de cambio tiene posibilidad de éxito sin el apoyo total e incondicional de la dirección de la empresa.

3. Elección de un equipo de elaboración e implantación competente. Si resulta necesario, incluir en el equipo a personal especializado exterior a la empresa.

4. El líder del proyecto de Cuadro de Mando Integral debe ser quien guíe el proceso, teniendo dotes de comunicación e involucrándose con toda la organización para conseguir el mayor grado de apoyo en el proyecto.

5. Formación y educación. Aunque el Cuadro de Mando Integral transmite la idea de simplicidad y claridad, ello no debe asociarse a que el proceso también lo sea; por ello, la formación previa y durante el proceso de desarrollo, se constituye en un instrumento fundamental para el éxito del mismo.

6. Máxima importancia de la elaboración del mapa estratégico. El mapa estratégico no sólo identifica los objetivos, sino las relaciones causa-efecto entre los objetivos, por lo que constituye un test de viabilidad de la estrategia.

 7. Establecimiento de un proceso de control, que permita analizar las desviaciones entre los objetivos propuestos y los alcanzados. El proceso de control permite obtener información respecto a la bondad de los objetivos e indicadores definidos.
8. Aplicación en cascada. Si la unidad organizativa elegida para la implantación del Cuadro de Mando Integral es la empresa en su totalidad, la aplicación en cascada supone el despliegue del mismo a todos los niveles de la organización: unidades estratégicas de negocio, departamentos y áreas.

9. Vinculación a la gestión operativa del negocio. Ello se consigue vinculándolo con los presupuestos anuales y con un sistema de incentivos entre los objetivos personales y los departamentales con los estratégicos de la empresa.

10. El Cuadro de Mando Integral como parte de la organización. No se debe pensar en un proceso que se inicia y se finaliza. El Cuadro de Mando Integral no tiene fin, ya que una vez implantado un primer cuadro, éste debe irse modificando con el paso del tiempo, bien por necesidad de redefinición de los objetivos como consecuencia del ajuste con la estrategia de la empresa o bien porque los indicadores seleccionados no muestran correctamente lo deseado. Incluso el cambio del entorno justifica su modificación a medida que pasa el tiempo.


Ejemplo de indicadores y objetivos:
De forma general, la relación entre Estrategia y el Cuadro de Mando Integral puede ilustrarse mediante un ejemplo en el cual puede analizarse la contribución de cada indicador al logro de la visión deseada.
Una empresa agroindustrial, tiene como visión para el año 2005 elevar los niveles de exportación y alcanzar distinción a nivel internacional por la calidad de sus productos y la preparación de su personal.
Para hacer frente a esta visión definió entre otras las siguientes Áreas de Resultado Clave:
ARC 1: Marketing.
ARC 2: Gestión de Recursos Humanos
ARC 3: Gestión de la Calidad
ARC 4: Eficiencia Económica

En correspondencia con lo anteriormente señalado, en trabajo en grupo con los principales directivos de la empresa se determinaron los indicadores por las distintas perspectivas que están directamente asociados a cada Área de Resultado Clave:

Como puede apreciarse en el Cuadro 1, los indicadores por perspectivas tributan a varias Áreas de Resultado Clave, aspectos que encierra singular importancia, ya que el proceso de análisis de los resultados debe verse como un análisis causa efecto, en el cual su objetivo principal sea la determinación de las causas que influyen en los resultados para influir sobre ellos y alcanzar la visión prevista (Ver figura 3).


Conclusiones

 Como ha podido apreciarse, El Cuadro de Mando integral, pone énfasis en la consecución de los objetivos estratégicos e incluye los inductores de eficiencia para el logro de esos objetivos; además de brindar la forma objetiva de desarrollar una estructura para transformar la estrategia en acción. El principal método de análisis que se utiliza es el análisis causa efecto, el cual se centra en la excepción para ejercer el control en la organización, permitiendo anticipar el futuro para contribuir al desarrollo de estrategias que garanticen el éxito de la organización. 

Bibliográfia



Kaplan Robert, Norton David. “Balanced Score Card” Editorial Gestión 2000.